El 16 de septiembre de 2023 comenzaron a regir las metas de la Ley, lo que ha significado invertir en mejora continua para hacer frente a los retos surgidos a nivel domiciliario y no domiciliario.
A poco más de un año comenzaron a regir las metas de la Ley REP para Envases y Embalajes, lo que implica que todos los productores de este producto prioritario, según los define la Ley, deben estar adheridos a un sistema de gestión para dar cumplimiento a las obligaciones asociadas.
Según las estimaciones basadas en datos entregados por la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), Chile se prepara para generar un total de 1.8 millones de toneladas de residuos correspondientes a productos prioritarios de envases y embalajes en 2023 (solo el año anterior, en 2022, el país registró la generación de 1.7 millones de toneladas de materiales de productos como plásticos, aluminio, hojalata, vidrio, cartón y cartón para bebidas), bajo el marco de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP).
Entre las obligaciones a tomar en cuenta para este producto, está el cumplimiento de las metas de recolección y valorización. Durante este periodo han surgido desafíos tanto a nivel domiciliario como no domiciliario.
“Hoy son más de mil empresas y cien municipalidades las incorporadas a los sistemas de gestión, lo que refleja la toma de conciencia y acción que ha generado la Ley, sin embargo, aún queda camino por recorrer, aumentando la adhesión de todos los actores. También es clave que las empresas realicen la reportabilidad, que permitirá monitorear la evolución de la estrategia país hacia una economía circular”, explica Francisca Pacheco, gerente de Economía Circular de Ecológica.
“Hemos enfrentado ciertos desafíos en este año de Ley REP, como la mejora de la infraestructura en términos de reciclaje y la expansión de la cobertura hacia regiones con baja recolección. También la trazabilidad en residuos y la colaboración de los recicladores de base son cruciales”, comenta Visnja Music, gerente de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Volta.
Otro desafío sigue siendo la sensibilización y educación para hacer más eficiente el proceso de reciclaje, especialmente en la categoría domiciliaria.
“Hemos encontrado dificultades operativas, como la llegada de materiales en condiciones que no son óptimas, lo que revela la necesidad de educar a la ciudadanía sobre la correcta separación de residuos, además de cambiar los hábitos de reciclaje en Chile. Es un reto importante en donde en otros países de Europa se demoraron décadas en lograrlo. Tenemos que potenciar una estrategia de comunicación centrada en la educación e innovación”, expone Visnja Music.
Queda claro que la falta de conocimiento, la persistencia de hábitos inadecuados y la necesidad de mejorar la infraestructura son obstáculos que deben abordarse de manera coordinada para lograr un cambio significativo pensando en la transición hacia la correcta implementación de la Ley REP.
“Hay un cambio cultural que no se ha terminado de instalar. Desde lo domiciliario existe incredulidad; subsisten los mitos sobre el destino real de los residuos y se cree que terminarán en un vertedero. Por otro lado, quienes quieren reciclar siguen teniendo dudas respecto a cuáles son las materialidades para las que tenemos soluciones de reciclaje, cómo se clasifican y en qué estado se deben entregar. En tanto, en las empresas, donde además de la disposición hay un peso legal, es necesario seguir avanzando en disminuir la brecha de conocimiento y ejecución que hoy dificulta la óptima gestión de residuos a nivel industrial. A casi un año de la Ley REP, vemos que el tratamiento y clasificación de materiales no es el ideal, lo que retarda el proceso final de valorización y disminuye su retorno económico”, complementa Francisca Pacheco.
Aprendizajes e iniciativas para hacer frente a estos desafíos
Cumplir las metas de la Ley parece poco probable este año, pero tanto en Volta como en Ecológica rescatan los aprendizajes obtenidos y ven con optimismo avanzar hacia mejores resultados.
“La Ley REP ha sido gradual, se han revisado ciertos elementos, y si bien la adherencia no ha sido lo que se esperaba, ha habido inversión de parte de las empresas y eso hay que destacarlo. Incluso antes de que existiera la normativa, ya había empleos verdes y asociados al reciclaje. Es esperable que en la medida que avance el tiempo vayan adhiriéndose más empresas, pero recalcamos cómo la empresa privada ha ido desarrollando innovación, estando a la vanguardia para tomar el desafío y hacerse cargo”, destaca la gerente de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Volta.
Ambas empresas concuerdan en que la implementación de la Ley REP es un proceso de largo plazo que requiere de un esfuerzo sostenido. Si bien se han logrado avances importantes, es necesario seguir trabajando en la mejora continua de los sistemas de gestión de residuos y en la adaptación a las nuevas tecnologías y desafíos
“En Chile tenemos metas ambiciosas y para alcanzarlas, lo primero es seguir trabajando en ampliar la capacidad instalada a nivel nacional. Por otro lado, esta ley se sostiene en un sistema complejo que involucra a una diversidad de actores y procesos que hay que educar y articular. En este casi primer año, se han demostrado avances y creemos que vamos por el camino correcto para comenzar a mover la aguja de la valorización en Chile, por sobre el 22% que no hemos podido superar desde que comenzamos a medirnos, en 2015. Para esto, es clave agilizar los permisos para la incorporación de nuevos actores e instalaciones que permitan aumentar el potencial de reciclaje y valorización en nuestro país”, explica la gerente de Economía Circular de Ecológica.
Tanto Volta como Ecológica han invertido recursos y esfuerzo en hacer frente a estos desafíos a través de diferentes iniciativas en ejecución o próximas a implementarse.
“Este período estuvo lleno de aprendizajes e innovación, sobre todo de mejora continua. El primer día de Ley fue un gran desafío. Identificamos diferencias entre nuestras expectativas y la realidad en la recepción de materiales; esperábamos recibir mucho más cartón y lo que más recibimos fue PET, lo que complicó la operación. Para resolverlo, adquirimos un perforador de PET que permitió perforar las botellas durante la compactación y aprendimos que pequeñas acciones, como retirar la tapa, impactan en la eficiencia de nuestros procesos”, detalla Visnja Music.
“Reconocemos los desafíos de la Ley en mejorar y expandir infraestructura para reciclaje, especialmente en regiones de baja cobertura. Para 2025 comenzaremos a operar con una nueva Plataforma de Economía Circular (PEC) en Talcahuano, que va a gestionar 500 t mensuales. También planeamos abrir otra en Puerto Montt”, agrega la gerente de Volta.
Desde Ecológica, Francisca Pacheco comenta que “tenemos un equipo que está permanentemente participando en mesas de conversación, APL y otras instancias para promover el cambio cultural en el reciclaje. A nivel industrial, impartimos formación respecto al rol que debe cumplir la empresa generadora de residuos, en cuanto a segregación y ecodiseño, con el objetivo de que- además de cumplir la ley- lo hagan de la mejor forma para avanzar hacia una economía circular eficiente”.
“Adicionalmente, estamos trabajando en un plan de innovación con maquinarias que harán más costo-eficiente la logística de los residuos de nuestros clientes. Por ejemplo, un lodo muy líquido podemos deshidratarlo para no trasladar agua, sino solo la parte más sólida, lo que abarata su gestión. Esto aporta también a que los valorizadores le asignen un mayor valor comercial. Finalmente, estamos impulsando un plan de expansión, entrando con fuerza en la zona centro y sur del país, en las industrias agrícola, acuícola y salmonera, con el fin de estimular el desarrollo sostenible en cada vez más regiones del territorio nacional”, agrega la gerente de Ecológica.
La Ley REP ha puesto de manifiesto la gran brecha que existe entre la normativa y la realidad. La falta de una implementación efectiva y la persistencia de viejos hábitos amenazan a esta política pública cuyo objetivo primordial es disminuir la generación de residuos, fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización.