Ley REP - Residuos Orgánicos
El Estado y el sector empresarial avanzan en iniciativas para la gestión y valorización de materiales orgánicos


Casi el 60% de los residuos sólidos municipales son orgánicos, pero su valorización no llega al 1%. Para hacer frente a este panorama, el Ministerio del Medio Ambiente trabaja en un proyecto de ley para residuos orgánicos, mientras que las empresas aportan con acciones enfocadas en la gestión y valorización de estos residuos, a nivel industrial y domiciliario.

Según un informe publicado por Naciones Unidas se prevé que la generación de residuos sólidos urbanos aumente de 2.300 millones de toneladas en 2023 a 3.800 millones de toneladas en 2050 (Perspectiva Mundial de la Gestión de Residuos 2024 (GWMO 2024) del PNUMA). Gran parte de estos residuos son orgánicos, vale decir, tienen la propiedad de desintegrarse rápidamente, transformándose en materia orgánica.

Bajo este contexto, resulta urgente trabajar en estrategias e iniciativas que fomenten la gestión y valorización de los residuos orgánicos. En este sentido, desde la vereda de las empresas destacan la importancia de contar con estrategias de comunicación y educación masivas.
Existe poco conocimiento sobre el reciclaje de los orgánicos, muchas veces asociado a mitos de problemáticas ambientales, por la contaminación en olores que pudiera surgir. El desconocimiento es a todo nivel, desde la ciudadanía, empresas, tomadores de decisiones y quienes están a cargo de elaborar las leyes. Necesitamos no sólo difusión sobre el reciclaje sino también capacitación, mostrar el proceso de tratamiento de los residuos orgánicos, lo que sucede en la planta de compostaje, para superar las resistencias respecto a este tipo de instalaciones”, explica Carolina Rivera, gerente de Marketing y Asuntos Corporativos de Armony.

Creemos que a nivel de oficina, industria y domiciliario siempre hay residuos orgánicos que se pueden gestionar, pero muchas veces no se sabe. Me he topado con clientes que no sabían que lo que cortan de sus árboles o el pasto puede convertirse en sustratos, haciéndolos más sustentables que tirarlos junto con los desechos de la basura. En este sentido, necesitamos comunicación y educación masiva, dado que nunca hemos tenido una campaña tan masiva como en otros productos prioritarios de la Ley REP”, comenta Paula Rojas, gerente general de Bendito Residuo.

Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, aproximadamente el 58% de los residuos sólidos municipales, en peso, corresponde a residuos orgánicos, esto es, más del doble de lo que representan otras fracciones, como los envases y embalajes. No obstante, la tasa de valorización de los residuos orgánicos es inferior al 1% del total de toneladas generadas cada año (Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos Chile 2040).

En este contexto, junto con una estrategia de comunicación y educación, se requiere implementar acciones prácticas para el reciclaje de residuos orgánicos.

El Ministerio del Medio Ambiente lanzó en 2019 la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), enfocada en aumentar la valorización de los residuos sólidos domiciliarios gestionados a nivel municipal y que se originan en los hogares de Chile. En paralelo está trabajando en la Ley de Residuos Orgánicos, cuya finalidad es promover la valorización de los residuos orgánicos y fortalecer su gestión a nivel territorial para disminuir la cantidad de residuos que se eliminan, a través de obligaciones para el manejo diferenciado de los residuos sólidos orgánicos domiciliarios, el fortalecimiento de la planificación y la gobernanza de la gestión de los residuos a nivel municipal.
En este contexto, tanto Armony como Bendito Residuo cuentan con iniciativas que buscan contribuir a la gestión de residuos orgánicos a nivel domiciliario.

Tenemos un área que está a cargo de todos los pilotos y proyectos municipales; en este momento estamos trabajando con la Municipalidad de Zapallar y Vitacura- mediante recolección casa a casa- y también contamos con distintos lugares de drop off en Ñuñoa, Las Condes, Providencia y Lo Barnechea. Con esto buscamos no sólo dar respuesta a la necesidad de los generadores industriales, sino también acercar el compostaje a la ciudadanía”, cuenta Carolina Rivera.

Por su parte, Paula Rojas comenta que “como Bendito Residuo tenemos muy buenas alianzas, trabajamos con los líderes en temas orgánicos, para poder acercar una solución de gestión de residuos orgánicos, tanto a la comunidad organizada como a las empresas”.

Junto con estas iniciativas, ambas empresas enfatizan en la necesidad de educar, pero con un enfoque práctico y de acompañamiento.
Uno de los desafíos es seguir explicando cómo se pueden transformar desde pequeños restos orgánicos provenientes de una fruta o casino, hasta grandes producciones industriales donde en los descartes se producen toneladas de residuos. Por otra parte, las mayores falencias en educación en las empresas están en la distinción de qué se puede recuperar y qué no, qué está contaminado y qué no. Esa gran distinción es importante porque a nivel domiciliario podemos compostar ciertos residuos que son distintos a un tratamiento industrial. Junto con educación es clave brindar acompañamiento, porque si sólo explicas la teoría y no apoyas el poner en práctica lo aprendido, es tentador seguir tirando todo a la misma bolsa”, detalla la gerente general de Bendito Residuo.

Somos una empresa con política de puertas abiertas, en donde siempre estamos disponibles a recibir visitas en nuestra planta; hemos recibido autoridades, municipios, universidades, fundaciones, por nombrar algunos. Por otra parte, estamos siempre abiertos a generar alianzas, con otros privados y el sector público, de manera de no sólo compartir experiencias, sino que también llevar la valorización de los orgánicos al siguiente nivel. A esta política de puertas abiertas, es muy importante resaltar que contar con una trazabilidad y seguridad de la correcta valorización de los residuos orgánicos, información que es entregada a clientes y municipios con quienes trabajamos, hace que se generen instancias de confianza, con todos los grupos de interés con quiénes trabajamos”, dice la gerente de Marketing y Asuntos Corporativos de Armony.

Innovar e implementar mejora continua también es clave para avanzar en materia de tratamiento y valorización de residuos orgánicos. En este sentido, Carolina Rivera comenta que “respecto al tratamiento de residuos orgánicos acabamos de hacer una inversión importante que nos permite contar con la primera planta de aireación forzada positiva y negativa que existe en Chile, lo que ha servido para demostrar que con ingeniería y tecnología se pueden hacer mejoras sustanciales en los procesos de tratamiento de materiales orgánicos. Esta misma tecnología también será utilizada en las plantas que tenemos actualmente en proceso de obtención de permisos”.

¿Qué consideraciones debiera incorporar la ley para residuos orgánicos?

Los residuos orgánicos- a diferencia de otros – tienen la particularidad de que no cuentan con el tiempo a su favor para la gestión y tratamiento. En este sentido, un aspecto crítico que debiera considerar la ley es contar con infraestructura en todo el país.
Necesitamos más plantas que reciban materiales orgánicos a lo largo de Chile, porque todo está concentrado en Santiago, y tenemos operaciones en 12 regiones. El reciclaje inorgánico lo podemos transportar a zonas cercanas o a Santiago, pero el residuo orgánico no resiste, tiene otro tratamiento y se descompone fácilmente, por lo que no podemos tenerlo una o dos semanas esperando. Para mejorar esta situación estamos trabajando en buscar soluciones locales”, explica Paula Rojas.

Por su parte, Carolina Rivera destaca la importancia de encontrar una forma de financiamiento adecuada y cómo utilizar el producto final generado a partir de los materiales orgánicos: “En la ley es muy importante la gradualidad, el financiamiento y conocer experiencias de éxito. Por ejemplo, en Europa la inversión para plantas de reciclaje es realizada por el Estado y estas son operadas por privados; así aseguran que la infraestructura sea hecha con una inversión adecuada, haciendo el proceso eficiente y con una mejor operación, entregando un servicio domiciliario de calidad; el reciclaje industrial está a cargo de las empresas procesadoras de materiales orgánicos”.
Respecto a los materiales orgánicos hay mucha categorización que se podría realizar, ya que los residuos orgánicos sanitarios son distintos a los de la agroindustria o del domiciliario, por ejemplo. Finalmente, necesitamos tener esa materia orgánica para volver a incorporarla, y el producto final que resulta del proceso de compostaje es una de las principales formas para recuperar suelos degradados, terrenos contaminados con hidrocarburo, reincorporando lo que hemos extraído; la única forma de hacerlo es dándole la importancia que requiere este producto final”, agrega Rivera.

Para Paula Rojas, otro de los aspectos clave que debiera incorporar la ley es agilizar los procesos de permisos para instalar una planta de tratamiento de residuos orgánicos.

La permisología para instalar una planta de tratamiento de residuos orgánicos es muy difícil; todavía tenemos que explicar muchas cosas que ya debieran estar en la base de la discusión, por ejemplo, falta que hagan distinciones respecto a si será una planta de compostaje o un residuo sanitario, dado que son totalmente distintas. En este sentido, una planta de residuos orgánicos tiene complicaciones, hay que hacer tratamiento y ningún vecino querrá tener una cerca de su casa, pero si los residuos orgánicos están técnicamente bien tratados y normados, no debiera generar complicaciones a nadie, no así los vertederos ilegales que son un problema en Chile”.

Los residuos orgánicos representan más de la mitad de los residuos que se generan en los hogares de Chile, según datos entregados por el Ministerio del Medio Ambiente. Salvo excepciones, los residuos orgánicos no se gestionan de forma separada, sino que se mezclan con la basura que va a parar a rellenos sanitarios y vertederos, desaprovechando su enorme potencial y generando un importante impacto ambiental. En este sentido, el llamado es a potenciar iniciativas y estrategias que fomenten la gestión y valorización de residuos orgánicos, tanto a nivel domiciliario como empresarial, mitigando así su contribución a la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y naturaleza, y la contaminación, aportando a su vez a la economía circular del país.

 

 




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