Anita Román
Es necesario y urgente trabajar para recuperar la tuición ética por cada colegio profesional del país


La ex presidenta de la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Chile repasó los logros y desafíos durante sus 15 años de gestión como presidenta del ColMat, destacó la importancia de retomar la tuición ética por parte de los colegios profesionales, e hizo un llamado al Estado a hacerse cargo de temas urgentes en la salud pública de Chile.

Usted se desempeñó como presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile por 15 años (2006- 2021).
¿Cómo evalúa el desempeño que tuvo el Colegio durante esos años?

Fue un trabajo titánico porque se suele ver la matronería desde el punto de vista clínico, pero es mucho más. La matrona en el mundo entero es un referente hacia la comunidad en lo que es salud sexual y reproductiva. Al analizarnos por dentro podemos decir sí, somos referentes, pero la pregunta es ¿quién reconoce la matronería? Logramos durante 160 años cumplir con el objetivo por el que crearon la carrera en la Universidad de Chile (1834) pero la gente no sabe qué es lo que logramos. En base a las políticas públicas hacia la mujer impactamos disminuyendo la mortalidad materna. Con las primeras políticas públicas de respeto hacia las mujeres logramos lo que dijo Lorenzo Sazié cuando abrió la escuela: un país que quiere hacer salud lo primero que tiene que hacer es evitar que las mujeres mueran en el parto. Él consideró que se formaran en aulas universitarias, no en capacitaciones que fueran menos que la enseñanza superior, y por esto llegamos hoy a cumplir 190 años.

Si miro mis 15 años de presidencia, lo que nosotros hicimos fue tratar de hacer entender a la sociedad- incluyendo a las propias matronas- que nuestro rol es hoy mucho más amplio que el parto, nos preocupamos de la pareja en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva. Por otra parte, demostrar que bajamos la mortalidad porque somos agentes de cambio; el primero de ellos fue un cambio cultural muy grande que nació en la década de los 60’ y duró 30 años. Tenía que ver con hacerle ver a las mujeres que podían decidir cuántos hijos querían tener; lo hicimos promoviendo los métodos anticonceptivos. Este cambio cultural llevó a que hoy no exista pareja que no tenga claro que si tiene actividad sexual puede ir a un consultorio a pedir un método anticonceptivo. Esto aportó también en evitar que se siguieran produciendo abortos de embarazos no deseados que hasta la década de los 80’ eran en condiciones muy crueles y muchas mujeres morían.

El año 2006 partimos con el Comité Científico tratando de visibilizar en la comunidad que teníamos que preocuparnos del embarazo adolescente, pero coincidió con un caos gremial como fue instalar la gestión del cuidado sin la matronería, y tuvimos que defender los puestos de matronas. Esto nos ocupó mucho tiempo y esfuerzo, que nos hace pensar en seguir empoderando la matronería no sólo para defender los puestos de trabajo sino que además podemos decir que tenemos los conocimientos para dedicarnos a salud sexual y reproductiva. Somos el personal que se encarga de esto y lo dice el Código Sanitario.

Como ex dirigente nacional del ColMat, ¿qué importancia tiene conmemorar 190 años de la matronería?
Muchísima. Primero haré alusión a varias situaciones que a veces ni las matronas manejan o manejamos, porque yo lo aprendí cuando llegué a este Colegio. La primera profesional universitaria en este país fue una matrona- la señora Isidora Góngora- quien se recibió antes que la doctora Eloísa Díaz. Se creó la Escuela de Obstetricia en 1834, que en ese tiempo la carrera duraba dos años, y se recibió en 1836. Entonces, fue la primera persona con título universitario en este país. Si uno hace un análisis de lo que significó para Chile ser una República Ilustrada, representó que como profesionales dimos y hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para seguir trabajando por las mujeres de este país. Pero no podemos trabajar para ellas si no pensamos en su entorno y en la sociedad en general.

El 2021 asumió la presidencia de la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Chile. En esa oportunidad, dijo que uno de los principales desafíos era retomar la senda de proyectos pendientes y que le parecía urgente recuperar la dignidad profesional.
¿Se han podido retomar dichos proyectos y qué iniciativas se han hecho para recuperar la dignidad profesional?

El país tiene un desde con los profesionales en general y hay muchos temas- a pesar de que estoy terminando mi periodo en esta federación- en los que no se ha podido avanzar porque los mismos profesionales no entienden lo que es la cohesión de pares. Es necesario y urgente trabajar para recuperar la tuición ética por cada colegio profesional del país, porque hoy lo que se ha perdido es la fe pública, y nosotros tenemos que decir que los profesionales seguimos siendo las personas que trabajamos en la fe pública, y tenemos leyes que pueden establecer cuándo se rompe la ética. Uno de los temas más importantes en donde veo que hay un tema ético que no se ha considerado, y que hay una responsabilidad del Estado, es en el porcentaje de cesáreas de Chile. Tenemos un 50% de cesáreas en donde el 70% es del sector privado. Entonces, me pregunto dónde está el Estado que sigue acreditando a clínicas privadas que no hacen nada por bajar esas cifras. Si se hiciera un estudio de las cesáreas en este país lo que es urgencia en el sector privado no lo es en el sector público. Tenemos mujeres que pisan una clínica y las llevan a operación, mientras que en un hospital las mujeres más vulnerables pueden estar 10 horas en trabajo de parto. Todo esto con el mismo médico. Es situación me preocupa y me desalienta cuando veo que el Estado no hace nada por bajar esas cifras, porque si bien hizo una norma de cesáreas, la cumple sólo el sector público. La Superintendencia de Salud debiera hacerse cargo de que el 70% de las cesáreas son del sector privado. Otro aspecto importante que la federación ha tratado de tocar es la cesantía profesional. Este también es un tema de Estado porque se abren y abren universidades y escuelas sin control. Sólo se verifica que cumplan con los estándares del Ministerio de Educación, sin embargo, hoy tenemos una oferta de profesionales superior a la demanda. Este tema me habría gustado profundizar más porque no podemos seguir formando profesionales que salgan a la cesantía. A esto se suma el que si no estudiaron con crédito, lo hicieron a un alto costo en donde la mayoría- diría cerca de un 80%- está endeudado.

¿Qué opinión tiene respecto a que el proyecto de ley sobre colegios profesionales esté durante tantos años en el Congreso Nacional sin ver la luz?
El punto aquí es que a nadie le conviene una ley de colegios profesionales que ponga la ética por sobre el quehacer de la sociedad. Si se aprobara una ley para los colegios profesionales tendríamos que sacar la ley del Ministerio de Economía y ponerla en el Ministerio del Interior. Se crearon los colegios profesionales como asociaciones gremiales a nivel de Ministerio de Economía porque nos vieron como una moneda vendible, pero a nosotros no nos interesa ser eso, sino tener el control ético de nuestra profesión.

La Reforma al Código Sanitario tiene 12 años en el Ministerio de Salud, ¿qué acciones deberían hacer los colegios profesionales de la salud para que este proyecto sea ley?
Hubo un proyecto de actualización del Código Sanitario que surgió a finales del primer gobierno de Michelle Bachelet y se ha trabajado en todos los gobiernos. Y ese proyecto duerme el sueño de los justos hasta el día de hoy. Lo que actualmente está en el Congreso es la fusión de varios proyectos que hicieron varios diputados como- Ricardo Celis y Patricio Rosas- que avanzó bastante hasta el gobierno anterior, en época del Ministro de Salud Emilio Santelices. En ese entonces se enviaron indicaciones sustitutivas en donde se tergiversaban varias cosas. De partida, se echaba abajo los colegios profesionales formados en las universidades, y a las profesiones les quitó cosas que eran importantes. Los últimos dos años lo que se hizo fue que cada colegio enviara sus sugerencias para que el gobierno enviara nuevamente las indicaciones sustitutivas a ese proyecto- que este gobierno sí las sacó- y es el trabajo que hay que hacer actualmente.

Respecto a salud pública, en lo que es al ámbito de acción de la matronería, ¿cuáles son los temas que a su juicio debieran ser resueltos con urgencia?
La disminución del porcentaje de cesáreas, por una parte; por otra, el Estado debiera cambiar varias estructuras hospitalarias; todos los hospitales debieran tener salas de atención integral de parto. En otro ámbito, la ley de protección a la infancia debiera ser mucho más conocida, no sólo a nivel de gestantes sino también al de niños. Pero sobre todo la matronería debiera entender que la labor de la matrona va mucho más allá de la asistencia al parto. Es salud sexual y salud reproductiva, y para eso tenemos que hacer una preparación desde la escuela.

En las últimas décadas, la formación de matronas y matrones universitaria ha contribuido a elevar los estándares del país. Por ejemplo, en Chile la mortalidad materna es la segunda más baja de Latinoamérica, la mortalidad infantil es de 7,02 por mil recién nacidos vivos y la neonatal de 5,1 por cada mil recién nacidos vivos.
Si bien estas cifras demuestran un panorama positivo, ¿cuál es el perfil idóneo de matronas y matrones considerando el contexto sanitario actual y futuro en Chile?

Creo que las escuelas de Obstetricia no tienen que cambiar nada de lo que están haciendo, porque las ocho mil horas con que están formando a las matronas siguen siendo necesarias y vitales para bajar no sólo la mortalidad materna sino también la perinatal. Hemos hecho un aumento de la prematurez porque en el fondo los bebés ya no se mueren por ser prematuros, gracias al uso de tecnología para su sobrevivencia, y esto no puede sacarse de la formación. Lo que tienen que hacer las escuelas es en la misma malla curricular incorporar áreas que hoy son necesarias, como género, salud sexual y la incorporación de la cuarta edad con un envejecimiento saludable. Tenemos que considerar que Chile está viviendo una disminución de los nacimientos, entonces, esto nos da la oportunidad como matronería de dedicarnos a otras áreas.

Anita Román
Ex presidenta Colegio de Matronas y Matrones de Chile




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