Historia
Liderar en tiempos de crisis: Teresa Boj y los inicios del Colegio durante el régimen militar





Entre 1984 y 1986, Teresa Boj asumió el desafío de presidir la asociación en uno de los periodos más críticos de Chile. Enfrentó un escenario marcado por la desnutrición y las dificultades impuestas por la dictadura, logrando movilizar a los profesionales de la salud en tiempos de represión.

Teresa Boj, ex presidenta del Colegio de Nutricionistas tomó las riendas de la institución en 1984, en medio de un contexto complejo, tanto social como sanitario. El país enfrentaba altos niveles de desnutrición, un deterioro en la atención primaria y hospitales en condiciones precarias.
A pesar de esto, lideró importantes esfuerzos para visibilizar el rol de los nutricionistas y luchar por mejores condiciones para la profesión, dejando una huella imborrable en la historia del Colegio.

¿Cuál fue el motivo y en qué momento decidieron que era necesario formar u oficializar el Colegio de Nutricionistas?
Fue en la época de los 80, en plena dictadura, en donde los colegios profesionales empezaron a tener visibilidad pública. Y nosotros en el Colegio de Nutricionistas estábamos bien muertos. No pertenecíamos a la Federación de Colegios Profesionales, entonces estábamos entre cuatro paredes, sin mayor participación.

Y ahí en algún momento a mí me invitaron a participar en un grupo de colegas que estaban con esta inquietud de incorporarse al Colegio y movernos un poco con el objetivo de visibilizar el colegio y la carrera.

En esa época lo complejo era que querían hacer escuelas de nutrición en los institutos profesionales. Entonces esa fue la gran motivación por la cual decidimos incorporarnos. Lo que hicimos fue empezar por inscribirnos masivamente. No sé cuántas habremos sido, pero unas 30 o 40 personas, no hemos sido más.

Con eso ganamos la elección y quedamos prácticamente con una directiva en la cual la gran mayoría compartíamos nuestros puntos de vista.

¿Qué necesidades, tanto profesionales como sociales, se podían atender en ese momento?
Lo más importante era esta iniciativa de crear carreras de nutrición en los institutos profesionales y no en las universidades, cosa que a nosotros nos parecía una aberración tremenda.

Después dentro del grupo que nos incorporamos había otra gran motivación, que era la lucha contra la dictadura. Tan simple como eso. Yo ya a esas alturas del partido participaba en la Asociación de Académicos de la Universidad de Chile, por lo que me daba cuenta de la movilización que había a nivel de la Federación de Colegios Profesionales y nosotros estábamos fuera de eso.

Entonces un gran segundo objetivo fue el incorporarnos a la Federación de Colegios Profesionales y empezar a participar junto con las otras carreras que también tenían el riesgo de pasar a los institutos profesionales, como Enfermería, Obstetricia y Tecnología Médica.

Y la tercera gran motivación era movilizar a las colegas, al gremio, hacer algo por nosotros. Porque hasta ese momento la mayoría de las actividades que se realizaban en relación con perfeccionamiento, con capacitación, eran en las universidades. Y por supuesto con una mirada muy de los que estaban a cargo, que en general eran médicos.

Entonces faltaba la mirada de un nutricionista que pudiera buscar cuáles eran las cosas que nosotros realmente necesitamos para nuestra profesión.

¿Cuál era el contexto de la salud nutricional de los chilenos en esa época?
Había mucha desnutrición y ya estaba empezando a coexistir con problemas de obesidad. Esos eran los dos principales problemas en términos de salud nutricional. Pero yo diría que en general la salud estaba muy deteriorada, porque estaban muy dañado los hospitales y principalmente la atención primaria… O sea, lo que realmente funcionaba bien era el Programa Nacional de Alimentación Complementaria, pero faltaban más prestaciones de salud en atención primaria.

¿Hubo alguna colaboración con alguna entidad estatal o con gremios de otra área de la salud? ¿Existían otros colegios profesionales que los ayudaron a formarse?
Sí, por supuesto que hubo mucha ayuda y nos logramos incorporar a la Federación de Profesionales gracias no solo a la ayuda de los colegios de la salud, sino que de otros de otras áreas.

Desde la distancia, ¿nos podrías compartir alguna anécdota, ya sea positiva o negativa, de esos primeros años?
Lo que se me viene primero a la cabeza es cuando organizamos el primer congreso nutricionista, que fue en el año 86.
Fíjate que tuvimos más de 400 colegas que asistieron. Eso fue muy pintoresco y además medio peligroso, porque se nos ocurrió hacerlo entre el 2 y el 6 de mayo. Pero nosotros nunca pensamos que el 1 de mayo, siendo el Día del Trabajador, iban a haber manifestaciones en la Alameda y en el centro de Santiago.

En esa época el Colegio estaba en la calle Teatino y el congreso lo hicimos en el Hotel Carrera. Por lo tanto, nosotros ese primero de mayo estábamos acarreando las cosas desde el colegio al Hotel Carrera y en la Alameda estaban atentando con bombas lacrimógenas. Se sentían los gritos y los bombazos. Y nosotros ahí, con unos carritos por la calle apurándonos, arrancando.

Cuando partimos el segundo día fue realmente algo que nunca nos imaginamos. Todavía nos mandaban hacer carpetas y cosas como para 200 colegas, pero llegaron muchos más. Al final no supimos cuánta logró llegar, porque estaban todas las salas llenas, todo el hotel estaba completo. Era un tumulto, cientos de personas. A todos les decíamos “¡Ya no nos queda material!”. Pero no importaba, se inscribían igual. Por supuesto que logramos tener una buena recaudación, porque a la gente no le importaba la carpeta, lo que quería estar era ahí.

Y eso nos permitió, en 1987, hacer el Congreso Latinoamericano de Nutricionistas Dietistas.

¿Recuerda algún desafío insuperable cuando formó parte del directorio?

La incorporación a la Federación de Colegios Profesionales, eso sin duda. Y ahí pasamos a integrar un colectivo en donde las miradas eran mucho más amplias.

Eso también nos permitió ingresar a las primeras comisiones de salud que se formaron cuando el país se estaba preparando a la democracia, después del plebiscito. Entonces la mayoría pasamos a formar parte de grupos que empezaron a pensar en la visión futura de la salud en Chile.

 

 




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Teresa Boj
Ex presidenta del Colegio de Nutricionistas

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